18.7.11


Eso se trasvasó de un muerto a un vivo.
De un cuerpo manco
a las manos más hábiles que viví
en lo que va.
Eso, esa cosa,
ese líquido seco,
esa masa que escurre,
pasó de uno a otro,
sin intermediarios.
Eso se trasvasó de un muerto a un vivo.
De un cuerpo manco
a las manos más hábiles que amé
en lo que va.
No se tocaron.
El vivo no vivificó al muerto.
El muerto no mortificó al vivo,
pero ciertamente
le cedió esa cosa
que le cubrió por completo las manos.
Ahora la ausencia
se moldeó como un guante.
Se trasvasó de un muerto a un vivo.
De un cuerpo manco
a las manos más hábiles que viví
en lo que va del amor.

2 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

¿Y si el alma fuera este insomnio?

Gaby Schtivelband dijo...

¿Y si así fuera? ¡Gracias por pasar por mi blog! Andaré en estos días por el tuyo.