16.8.10

El desconcierto de haber ascendido hasta el vértigo en una escala minuciosa;
el vértigo de haber descendido hasta el desconcierto más hondo, a partir del que sólo cabe la certeza;
la certeza de estar clavada en el vertiginoso desconcierto, en el abismo raso.
Estoy sola frente a este muro de espejo.
Estoy sola conmigo.
Y ya fui hasta la esquina a ver si llovía.
Y no llueve.

1 comentario:

Haffner dijo...

¡Me gusta tu blog! ¿Sabías que te conozco? (ja).